Para este verano fabricamos un cajón de arena para los más peques, porque la manipulación de este material siempre es muy atractiva para niños y también para adultos.
La caja de arena se encuentra entre las herramientas terapéuticas más útiles para el trabajo con niños y adultos.
Tenemos la posibilidad de colocar muchos complementos según el tamaño elegido, palas, embudos, rastrillos, tapa, banco o incluso tobogán, todo es posible ya que la fantasía no tiene límite.
El cajón de arena ya era un recurso de los que sugería María Montessori, y es que la estimulación de los sentidos es fundamental en los primeros años de vida.
También podemos estudiar las huellas de los animales: forma, tamaño, causa/efecto...e inventar-nos historias con pequeños objetos que tengamos a nuestro alcance.
¡ Animaros a construir uno y ya veréis que divertido!