Decidimos acotar la superficie mínima indispensable para poder vivir, ya que de los metros cuadrados depende el coste de la construcción (+ superficie construida = + presupuesto para la edificación). Llegamos a la conclusión que con 20 metros cuadrados útiles seria suficiente y estaríamos dentro del presupuesto del que disponemos.
El espacio interior se distribuye en las siguientes piezas que consideramos vitales:
Cocina: El refugio dispone de un espacio para cocinar, lavar los platos y almacenar utensilios y comida. El hecho de tener una parcela de 1.630 metros cuadrados nos permitirá poder plantar nuestro huerto ecológico de producción propia e incluso podemos tener un gallinero para autoconsumo.
Comedor-estudio:Necesitamos una mesa con cuatro sillas para poder comer y recibir invitados. Esta mesa se puede convertir en lugar de estudio para dibujar, pintar, escribir...
Sala-dormitorio: En este caso tendremos un espacio propio para colocar un sofá que se puede convertir en cama, de esta manera aprovecharemos al máximo el mínimo espacio del que disponemos.
En este espacio podremos recibir invitados para poder charlar, leer, escuchar música...
Baño: Incluye todo lo necesario para poder asearse, un lavabo, un retrete y una ducha.
Y como referencia arquitectónica, esta vez hemos incluido a uno de los grandes arquitectos: Le Corbusier, que en 1952 construirá Le Cabanon.
Le Cabanon es una pequeña construcción, de 16 metros cuadrados, está íntegramente hecha en madera. Por fuera cubierta de pedazos de troncos, maderas disponibles en el entorno, en cambio en el interior recurre a maderas contrachapadas, materiales elaborados industrialmente y un elevado grado de sofisticación.