El encofrado es un elemento básico y esencial para la ejecución de los muros de tapia, su concepción debe ser realizada teniendo en cuenta hasta los menores detalles, de ello dependerá la estabilidad del propio muro.
En nuestro proyecto el material que utilizaremos para el encofrado son las maderas que nos servirán después para cubrir la construcción, realizar los cerramientos y los muebles. Nuestro objetivo es reutilizar todo el material y no crear residuos en la obra.
Solidez: Los laterales del encofrado deben ser sólidos puesto que debe absorber esfuerzos superiores a los encofrados utilizados para hormigón. Se pueden considerar dos soluciones:Emplear paneles gruesos o volver rígidos paneles más ligeros incrementando los laterales, travesaños y demás elementos de la estructura.
Absorción de las vibraciones: Se deben tener en cuenta las vibraciones ocasionadas por compactación mecánica. Ellas pueden en efecto desplazar el encofrado. Un apisonamiento más fuerte en un lado que sobre el otro puede producir diferentes efectos.
Aplomado: Operación delicada que puede tomar demasiado tiempo si el encofrado está mal realizado.
Estabilidad: Es necesario el arriostramiento del encofrado en el sentido perpendicular y en sentido transversal. Las riostras perpendiculares, ocasionalmente dejan huecos en los muros, se pueden mantener para facilitar la operación del aplome, retirándolas antes de hacer el relleno. La extracción de las riostras no es difícil durante el desmonte de la formaleta si se toma la precaución de colocarlas sobre arena o colocar platinas metálicas.
Las riostras transversales son necesarias para evitar que las tapas de los encofrados se desplacen y pierdan el plomo. También nos sirven como barandillas que garantizan la seguridad en la obra.
Separación de los laterales: Deben permitir la circulación en su interior, la separación mínima debe ser entre 35 y 40 cm. Aunque el espesor de muros puede variar, la utilización de varillas roscadas es un medio cómodo para graduar el espesor.
Los montantes: Se hacen en madera de pino aserrada y secada de sección rectangular, por lo general rebasan la altura de la formaleta por lo menos en 50 centímetros.
Las paredes laterales que contienen la tierra están formadas por los mismos listones utilizados para los montantes, colocados uno encima de otro, sin mas unión que el peso propio de cada listón. El despiece de la madera y la textura será la que marcaran los ritmos y acabados de la pared de tierra.
La tapa o testero, formada por dos tablas ensambladas. Nos aseguraremos que está bien aplomado, y que continuan así, a medida que avanza la obra lo iremos comprobando.
Las riostras: Se hacen de madera dura y resistente. Espesor de 8 centímetros en promedio, longitud de 4.50 metros.
Para una altura de 3.00 metros se pudieron utilizar 3 riostras, cada 100 centímetros.
Las cuñas: Sirven para apretar los montantes y los paneles contra la hilada del muro ya hecha. Juegan un papel importante en la plomada del encofrado. Hincándolas en mayor o menor grado, se puede controlar el plomo.
En el desencofrar, simplifica el proceso, ya que eliminando las cuñas, se liberan las presiones del encofrado facilitando la extracción de los listones.
Los travesaños: Dificultan la tarea del apisonador, para circular dentro del encofrado, pero son fundamentales para lograr estabilidad superior y garantizar que el grueso del muro es constante, a medida que avanzamos en la ejecución del muro las vamos eliminando.
A medida que va avanzando en la construcción vamos añadiendo mas madera, y engrandando el encofrado
AcabadoParamento: Se pueden realizar muros lisos o rugosos, dependiendo de los paneles más o menos pulidos, en nuestro caso hemos utilizado una madera de pino basta, sin lijar, ni tratar, así pues, nos quedará el dibujo de las marcas de los listones de madera.
Modulación: Hemos utilizado los listones de 4,50m sin cortar, para poder aprovechar al máximo la madera y minimizar las mermas. En las paredes laterales con las dimensiones mas largas, nos aparecerá una junta en la mitad de la pared, mientras que en los laterales cortos, la evitaremos, ya que las medidas son inferiores a 4,50m
Acabado interior: En nuestro caso el uso de la construcción nos obliga a proteger las paredes interiores, por eso utilizamos la técnica del calicostrado, Esta técnica consiste en aplicar mortero de cal en las paredes del encofrado antes de tirar la tierra, de esta manera, cuando se compacta la tierra, el mortero queda incrustado entre capa y capa, formando un revestimiento continuo que protege la cara interior del muro.